sábado, 1 de julio de 2017

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Los rábanos son originarios del Sur de Asia y los romanos los incluían en su dieta a diario. Incluso los egipcios, obligaban a sus trabajadores a consumir rábano junto con otros vegetales como el pepino y el ajo porque ya conocían todas sus propiedades, les brindaban fuerzas para no decaer en sus tareas e impedían que se enfermaran.


Ya en la antigüedad se utilizaba el jugo de rábano para tratar quemaduras o acelerar el proceso de cicatrización de heridas.


Contiene grandes cantidades de agua y fibra, algo que convierte a este vegetal en un ingrediente ideal de ensaladas que forman parte de dietas para adelgazar.
La vitamina predominante en el rábano es la vitamina C, que contiene antioxidantes que ayudan a eliminar los desechos que se depositan en el organismo como consecuencia de la abundante comida chatarra que consumimos (alimentos procesados, enlatados, grasas, etc).
Esta misma acción antioxidante de la vitamina C, previene enfermedades cardiovasculares y degenerativas y ayuda a la formación de colágeno, al mismo tiempo que fortalece los huesos, dientes, cabello, uñas y contribuye a la formación de glóbulos rojos.
También actúa en la absorción del hierro y mejora la resistencia a las infecciones.
Los folatos de los rábanos intervienen en la creación de anticuerpos del sistema inmunológico y es una buena y saludable opción para embarazadas, en especial durante las primeras semanas de gestación.
El potasio, que se halla en grandes cantidades, contribuye a generar una acción diurética que favorece la eliminación de líquidos, mejorando la hipertensión, la gota, evitando la formación de cálculos renales y ejerciendo una acción depurativa.
Los minerales que contiene el rábano regulan la función del agua e intervienen de manera directa en el funcionamiento de la glándula tiroides.
Pero una de las funciones principales de los rábanos es evitar el estreñimiento y mejorar la flora intestinal promoviendo un buen funcionamiento de los intestinos.
Para que puedas aprovechar todas las ventajas del rábano y utilizarlo con un laxante suave, te proponemos que prepares este remedio casero ideal para regular tu tránsito intestinal.

Ingredientes:
– 3 rábanos grandes.
– 1 cucharada de jengibre rallado.
– 2 cucharadas de miel.
– Jugo de 3 limones grandes.
– 200 ml de agua.
Preparación y modo de consumo:
Coloca todos estos ingredientes en la licuadora y mezcla hasta formar una crema uniforme. Coloca esta preparación en un frasco con tapa y guarda en el refrigerador.
Toma de 3 a 4 cucharadas diarias de este batido para regular tus intestinos. No dejes de consumir al menos 2 litros de agua al día para complementar con este remedio casero.
La importancia de consumir rábanos de forma regular.
¿Eres de las que siempre incluye unas laminitas de rábanos en sus ensaladas? Si es así, debes saber que estás cuidando no solo de tu salud general. En especial, estás optimizando tu función hepática.
Hay a quien le incomoda su presencia en cualquier receta. El sabor amargo o ligeramente ácido de los rábanos no es siempre muy agradable, de ahí que se acaben apartando.
No obstante, para mucha otra gente ese contraste es, en realidad, un aliciente en la mayoría de sus platos. De ahí que se incluya siempre de forma natural, puesto que es el mejor modo en que podemos beneficiarnos de ellos.

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